¿CÓMO
SE INVENTAN LOS BUENOS ACERTIJOS?
(Los que
contienen alguna idea original)
No
se puede inventar un buen acertijo a propósito, de igual modo que no puede inventarse
así ninguna otra cosa. Las ideas para acertijos aparecen en momentos extraños y
de modos extraños. Son sugeridas por algo que vemos u oímos y se llega a ellas
a través de otros acertijos que nos son formulados. Es inútil decir: "Me
sentaré a inventar un acertijo original", porque no hay forma de crear
una idea; sólo se puede hacer uso de ella cuando llega.
Se puede pensar que esto es incorrecto,
porque un experto en estas cosas crea cantidades de acertijos, mientras que
otra persona, igualmente astuta, no puede inventar ni uno. La explicación es
muy sencilla. El experto reconoce una idea cuando la ve y es capaz, por su
vasta experiencia, de juzgar su valor. La fertilidad, como la facilidad, viene
con la práctica.
A
veces surgen ideas nuevas interesantes a partir de la confusión que se comete
respecto de otro acertijo.
Uno
de los primeros acertijos, nacido en aquellos tiempos en los que la humanidad
era una oscura constelación de tribus que pensaban que morir era entrar en el
país de los sueños fue éste: ¿Quién es el hermano de
la muerte? (El sueño).
Hay
múltiples interdependencias entre los acertijos y la historia, de modo que la
presencia de una determinada clase de acertijos ha venido motivada históricamente
por importantes virajes políticos, e
incluso se puede decir que a veces los ha anunciado:
José Fernando de Abascal ha pasado a la
historia como el virrey del acertijo, porque se vio obligado a dejar apresuradamente
su virreinato de Perú y emprender su regreso a España cuando en 1816 observó
sobre su mesa de trabajo tres saquitos conteniendo respectivamente SALHABASCAL.
Un
acertijo similar, aunque en versión más moderna, le sucedió a Franco, cuando al
desembarcar en Santander, allá por los años cincuenta, entre los muchos
obsequios recibidos se encontró con un saquito con la siguiente etiqueta: SAL DE ESPAÑA
(CABEZÓN), alusiva al producto de las minas de Cabezón de la Sal (Cantabria).
La
posguerra fue un lugar de encuentro del acertijo político, que llega hasta
nuestros días, como prueba de vitalidad de la tradición acertijística popular:
¿Por qué España es una, grande y libre? (Es una porque si
hubiera otra, todos se marcharían a ella. Es grande porque caben españoles,
americanos, portugueses, filipinos, marroquíes… Y es libre porque puedes ir a
misa de diez, de once, de doce o ser del Real Madrid, del Atleti, etc.)
En
la proverbial escasez española de la posguerra, con mucho estraperlo, mucho racionamiento,
pan poco y amarillo, sin apenas tabaco, nació una peculiar forma española de
fumar mezclando colillas propias y ajenas y liando los cigarrillos a mano o con
una maquinilla artesanal. Todo aquello lo reflejan estos conocidísimos
acertijos:
¿Qué le dijo una colilla a otra? (Sepárate que nos
lían).
¿Qué le dijo el cigarro al mechero? (¡Tira la piedra, cobarde!)
¿Qué le dijo la cerilla al raspador? (Por ti pierdo la cabeza).
¿En qué se parecen el estudiante distraído y el papel secante? (En que las pocas
palabras que cogen, las cogen al revés).
El 8 de junio de 1941, salió a la calle La
Codorniz como la “revista más audaz para
el lector más inteligente”, pero ¿qué versos de esta revista se hicieron
famosos cuando la censura arremetió contra ella?
Si bombín es a bombón
como cojín es a equis,
nos importan dos equis
que nos cierren la edición.
Otros
acertijos de la época decían así:
¿Qué le dijo un chorizo a otro chorizo? (Nos han colgado
por rojos).
¿Qué le dijo el wáter a Franco? (Delante del pueblo serás Caudillo, pero
delante de mí te bajas los calzoncillos).
En
la década de los 60 se oían éstos:
¿Qué día de la semana están más locas las modistillas? (El sábado, que
están de remate).
¿Cuál es el mejor régimen para adelgazar? (El ruso).
En
la de los 70 se podía oír éste:
¿Cuánto duran los discursos de
Fidel Castro? (Dicen que unas 8 horas. No se puede garantizar este dato ya que no
se conoce a nadie que haya escuchado uno entero).
Pero
ya en la etapa democrática, en nuestros días, vemos que se van acuñando acertijos
como estos otros:
¿En qué se parecen los políticos a un estanco? (En que entran
por ideales y salen con ducados y fortuna).
¿En qué se parece el congreso a un semáforo? (En que cuando
entraron los verdes, los rojos se pusieron amarillos).
La vuelta ciclista ya tiene un
ganador virtual, ¿sabe Vd. quién es? (Roldán, lleva ya tres días escapado).
¿Quién es el presidente de la Península Ibérica? (J. M. Aznar. Le
votaron 10 millones de españoles i-lusos).
¿Por qué al juez Marino Santos Barbero le llaman el juez de las cuatro
mentiras? (Porque ni es juez ni marino ni santo ni barbero).
A Mickael Jackson le llaman "el crimen
perfecto", ¿sabe Vd. por qué? (Porque no hay Dios que lo aclare).
Y
es que hay tiempos mejores y peores, pero ninguno es perfecto.
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