Un hombre miraba a través
de la ventana de su casa y vio a un mendigo en la acera de enfrente rascándose
la espalda contra una cerca.
La
noticia se divulgó por el barrio y pronto hubo dos mendigos rascándose
frenéticamente la espalda contra la cerca.
Al
verlos, el hombre salió a correrlos armado con un palo, acusándolos de impostores
y diciendo que no iban a engañarlo.
Los
mendigos corriendo: ¿Pero por qué
le creíste al otro?
El
hombre: Porque el otro...
Si
Vd. fuese un hombre que mira a través de la ventana de su casa, ¿qué respuesta
lógica le habría dado al par de mendigos?
El otro no tenía brazos.
ResponderEliminarPorque si son dos, se pueden rascar entre ellos sin problemas
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