La información del enunciado debe ser, a veces,
cuidadosamente analizada antes de lanzarse a resolverlo.
MISTERIOSA
MERCANCÍA.
Cuando Elena llegó a casa, le entregó a su
padre un pequeño paquete.
Elena:
Papá, aquí tienes el encargo que me hiciste, de la ferretería.
Su
padre: Muchas gracias, hija. ¿Cuánto te ha costado?
Elena:
Los quinientos cuestan trescientas pesetas.
Su
padre: ¿Trescientas pesetas? Entonces cada pieza cuesta
ya cien pesetas.
Elena:
Así es, papá.
¿Qué
diablos pudo comprar Elena?
Solución. La idea clave consiste en darse cuenta de que "500"
puede entenderse de dos formas; como un número, o como el nombre de un número,
en este caso, de un guarismo de tres cifras.
Si cada una de las cifras (en plástico, por ejemplo) costase cien
pesetas, las tres que componen el 500 costarían trescientas.
Elena había comprado tres cifras para colocar en casa.
El día 17-12-2012 y el día 28-01-2013 aparecieron estas entradas que recomiendo ver. http://espejo-ludico.blogspot.com.es/2012/12/los-acertijos-de-escudero.html - http://espejo-ludico.blogspot.com.es/2013/01/escudero-nos-sigue-dando-problemas.html. Gracias a Juan Luis Roldán.
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