NOTA DEL AUTOR

La transcripción comienza el 01-12-2012 con (EL ASPECTO), continúa con el (PRÓLOGO) y con la (INTRODUCCIÓN) ordenada en 75 partes. Sigue con el resto de las entradas en las que también habrá adivinanzas, enigmas, rompecabezas, preguntas con respuesta, curiosidades y anécdotas sobre matemáticas y enseñanza, frases escogidas, frases sacando punta, frases que hablamos mal, diálogos escogidos, diálogos paradójicos, salidas para todo.

jueves, 10 de enero de 2013

INTRODUCCIÓN (39)

(Como estamos en al introducción, aparece la solución de los acertijos. El color de la fuente  con el que está escrita es el mismo que el del fondo. Pase el ratón por encima y podrá verla)

Hay acertijos resolubles por métodos algebraicos fastidiosos, pero que ceden prontamente ante un razonamiento lógico sencillo, si se tiene la adecuada comprensión de los datos.

Esto se puede observar en los siguientes ejemplos.

EL CASO DEL VINO Y EL AGUA.
En una botella hay un litro de vino; en otra, un litro de agua.
De la primera a la segunda se trasvasa una cucharada de vino, y después, de la segunda a la primera, se trasvasa una medida igual de la mezcla obtenida.
Esta operación se repitió cinco veces más.
Al finalizar la quinta opera­ción, ¿qué hay más, agua en la primera botella o vino en la segunda?
Solución. El volumen de los líquidos después de los trasvases continúa siendo de un litro.
Después de los trasvases, en la segunda botella hay X centímetros cúbicos de vino y, por tanto, 1000-X centímetros cúbicos de agua.
Es evidente que los X centímetros cúbicos de agua que faltan deberán estar en la otra botella.
En consecuencia, habrá tanta agua en la botella de vino como vino en la botella de agua.
Esta respuesta es la misma aunque las botellas contengan cantidades distintas de líquido, y tanto si la mezcla es agitada como si no.
Podemos además trasladar tantas cucharadas de una a otra, y de los tamaños que queramos, tantas veces como queramos.
La única condición que hay que respetar es que al final cada botella contenga la misma cantidad de líquido que al empezar.

LA PERPLEJIDAD DE UN BUEN CHOFER.
Un autobús va ocupado por 40 chavales. En otro autobús via­jan 40 chicas. Ambos se dirigen al mismo campamento.
Antes de arrancar, los conductores se van a tomar café. Entretanto, diez muchachos bajan de su coche y se cuelan en el de las chavalas.
Al regresar, el conductor de las chicas se da cuenta de que lleva demasiados pasajeros.
Conductor: ¡Vale ya! ¡Se acabó la fiesta! Este autobús es de 40 plazas, así que 10 de vosotros tendréis que apearos. ¡Y deprisita!
Diez pasajeros, de sexo no determinado, se trasladan al coche de los muchachos. Allí ocupan los diez asientos vacíos. Poco después, ambos coches echan a andar, cada uno con 40 pasajeros.
Algo más tarde, al conductor de las chicas se le ocurre:
Conductor: Humm... Seguro que en este coche van algunos muchachos, y en el de las chicos, algunas chicas.
¿En cuál de los dos habrá mayor proporción de personas del sexo contrario?
Solución. Cuesta creerlo, pero independientemente del sexo de las 10 personas que retornaron al autocar de los muchachos, la proporción de pasajeros de sexo minoritario es igual en ambos coches.
¿Por qué? Supongamos que haya 4 chicos en el autocar de las chicas. Estos dejan cuatro asientos libres en el de los muchachos. Estos son los asientos que forzosamente habrán de ocupar las muchachas. El razonamiento es idéntico para cualquier otro número de chicos.

El lunes 17-12-2012 apareció la siguiente entrada que recomiendo ver.

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