NOTA DEL AUTOR

La transcripción comienza el 01-12-2012 con (EL ASPECTO), continúa con el (PRÓLOGO) y con la (INTRODUCCIÓN) ordenada en 75 partes. Sigue con el resto de las entradas en las que también habrá adivinanzas, enigmas, rompecabezas, preguntas con respuesta, curiosidades y anécdotas sobre matemáticas y enseñanza, frases escogidas, frases sacando punta, frases que hablamos mal, diálogos escogidos, diálogos paradójicos, salidas para todo.

viernes, 22 de noviembre de 2013

261. EL PRECAVIDO ANASTASIO

El orden y la previsión fueron eje y guía de la vida de Anastasio. Un día, encontrándose en Jaraiz de la Vera (Cáceres), decidió realizar una marcha hasta Garganta de Olla, típica localidad de la sierra cercana. Anastasio se pasó 13 días analizando todas las circunstan­cias que concurrían en su proyecto y otros 22 días preparando su mochila, donde no faltaba ni el certificado de garantía de la misma. Satisfecho y seguro, emprendió la marcha un soleado domingo. Cada 100 metros consultaba la brújula y el reloj; medía la temperatura del agua de la cantimplora, impregnaba sus botas de grasa de caballo y se palpaba el bolsillo trasero del pantalón, a fin de comprobar que el peine seguía en su sitio.
A los 4 km de viaje surgió lo imprevisto. Delante de él tenía un pequeño puente de madera, único lugar por el que se podía atravesar un bucólico y profundo arroyo. Un visible letrero indicaba el peso máximo que podía soportar: 120 kilos. Anastasio no lo dudó. Regresó inmediatamente al pueblo, sacó al boticario de la cama, le hizo abrir la farmacia y, una vez que comprobó que la báscula había sido regulada recientemente, se dispuso a pesarse. Para ello se cargó la mochila, se puso las gafas, echó tierra en las botas y colocó en su frente unas gotas de agua concentrada, a modo de sudor. Como el conjunto pesaba 82 kilos, Anastasio inició de nuevo la marcha con el garbo que proporciona la seguridad plena. Al cruzar el puente, éste se derrumbó, por lo que nuestro hombre y toda su organización fueron a parar a lo más profundo del arroyo. El dramático silencio que inundó el ecosistema fue roto por la voz de Anastasio que decía: “¡Por qué! ¡Por qué!...”. El eco pareció convertir la frase en interrogativa: “¿Por qué? ¿Por qué?...”.
¿Por qué le pasan estas cosas al precavido Anastasio?
[Extraído de "Comecocos" (J. J. Rivera)]

2 comentarios:

  1. Hombre prevenido, vale por dos.

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  2. Como todo el mundo sabe, hombre precavido vale por dos. Por lo que: 82 kg. x 2 = 164 kg. ¡Al agua seguro!

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