viernes, 9 de agosto de 2013

161. YO NO OPERO A MI HIJO

Un señor conduce su auto, llevando a su derecha a su hijo pequeño. Para no chocar contra otro vehículo mal detenido, el padre tuvo que dar un volantazo; perdió el control de su auto y fue a estrellarse contra un pilote de un paso elevado. El hombre quedó ileso, pero el muchacho se fracturó una pierna.
Una ambulancia los trasladó a un hospital cercano, donde el muchacho fue llevado urgentemente al quirófano.
El cirujano estaba ya a punto de intervenir, cuando al ver al muchacho exclamó: “¡No puedo operar a este chico! ¡Es mi hijo!”.
 ¿Cómo se explica esto!

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