miércoles, 30 de octubre de 2013

241. INSULTOS FAMILIARES

El otro día en la plaza del pueblo, el hijo del señor López, un chico inteligente y muy educado, estaba soltando improperios, sin venir a cuento, contra toda su familia.
Un turista que pasaba por allí se le acercó y le dijo: “No le da a Vd. vergüenza de lo que está diciendo. Si su padre le oyera se llevaría un gran disgusto”.
A lo que el joven contestó: “Vd. qué sabe, si mi padre me oyera se llevaría una gran alegría”.
¿Cómo es posible un diálogo de este tipo?

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